APUNTES SOBRE LA EDUCACIÓN POPULAR
INTRODUCCIÒN
“La Educación Popular no quiere decir exclusivamente
educación de la clase pobre; sino que todas las clases de la nación, que es lo
mismo que el pueblo, sean bien educadas”. J. Martí (1853 - 1895).
En concordancia con este fundamento Martíano, se debe avanzar en la
profundización del concepto de la Educación Popular, que ya esta inserto entre
los elementos que definen la postura filosófica de la construcción socialista
Bolivariana, y muy particularmente en la materialización de sus políticas
educativas.
Resulta claro que la Educación Popular no puede ser neutra, ella debe
servir eficientemente a la causa revolucionaria, ya que no se puede hablar de
un proceso de formación donde sus participantes no tengan claras convicciones,
misión y plan de acción.
Igualmente está claro que los modelos educativos históricamente, tienden
a perpetuar la doctrina que inspira el sistema político, económico y social
dentro del cual se desarrollan; por lo que el nuevo modelo educativo que esta
naciendo junto con la construcción socialista debe coincidir con los objetivos
finales de esta.
La Educación Popular, ha sido concebida como liberadora ya que rompe
con el concepto de educación como instrumento de enajenación y
dominación.
La teoría pedagógica liberadora
encuentra entre sus más destacados pensadores a Paulo Freire, quien destaca sus aspectos más
trascendentales: liberar a la persona,
transformarla más no uniformizarla ni reproducirla; plantear modelos de
rupturas, de cambio, en fin la toma de conciencia; a lo que le llamó
concientización; en el sentido de cambios de las estructuras mentales, para
convertir al hombre en un ser capaz de transformar la realidad.
Se puede afirmar entonces que la Educación Popular es un proceso de vida, en la medida que su
gradualidad nos va cambiando, y no una preparación para otra vida.
En
el contexto de nuestra sociedad la Educación Popular se debe inspirar en el
pensamiento crítico, para formar una base social también crítica, capaz de
crear y construir sus propios sueños, frente a la sequedad utópica que la ha
caracterizado. El mejor amigo de la utopía es el saber, los sueños se realizan
despertando.
La educación popular como actividad formativa, debe definirse
filosóficamente en el contexto de su momento histórico, tanto en lo político,
como lo social y lo económico; ya que toda postura política infiere una
concepción del mundo, una visión del hombre en sociedad y un modelo económico
acorde con esa visión; de modo tal que sus fines [los del modelo educativo]
deben estar en plena concordancia con el tipo de hombre que se quiere formar
para esa sociedad. De allí que siempre el modelo educativo debería ser
concordante con el modelo político en cada realidad específica
En
este mismo orden de ideas importante es
citar el trabajo de Yohanka León del
Río, del Instituto de la Filosofía de la Habana Titulado “Contribución de la
Educación Popular a la Socialización y Creación de Sentido Común Contra la
Hegemonía Cultural Imperial”:
“Desde la práctica y la
experiencia que la Educación popular promueve, pensar, actuar lo político es
mantenerse constante en el sentido de huida y fuga ante la posible conversión
de la revolución que promovemos en evolución, en complacencia ante lo inmediato
logrado.
El matiz fundamental de la Educación
Popular, desde su vínculo con los movimientos sociales, es, en este sentido,
esencialmente político. Y una redefinición de lo político simboliza sentir y
pensar lo político como una práctica educativa, un aprendizaje de la realidad.”
Quiere
decir que, desde esa dimensión, la lectura y comprensión de la realidad es
significativamente crítica, si se tiene en cuenta que el primer paso en esta
lectura es la descodificación del sentido común mítico establecido, la
desmitificación de la verdad sistémica que responde a prácticas adocenadas e
impuestas.
Desde
estas significaciones, la Educación Popular reclama el deber de educar en el
sentido de lo inacabado de la tarea infinita del hombre y la mujer a favor de
la liberación de todas las formas de dominación introyectadas en las prácticas
cotidianas.
PERSPECTIVA HISTÓRICA
Desde
el comienzo de la historia, el conocimiento
de lo teórico y como este puede transformar la praxis y por lo tanto la
realidad, ha sido privilegio exclusivo primero de las clases dominantes y
luego, con el avance tecnológico, de los estados dominantes. Así, la educación ha sido mas un instrumento
de dominación, en tanto tiende a perpetuar el modelo político-económico-social,
que un avance hacia el perfeccionamiento y realización total del ser humano.
Se
debe asumir cabalmente el pensamiento Martiano: “Es criminal el divorcio entre la Educación que se recibe en una época y la época…”, si
quiere cumplirse su rol transformador de la realidad Educativa y Social Venezolana.
Sin embargo nunca se hará suficiente énfasis en que la Educación Popular
no puede ni debe ser sólo un ejercicio teórico; como tampoco sólo una cuestión
discursiva en el ámbito académico, ella implica necesariamente una estrecha
vinculación a la realidad social, a la dinámica social, así como aporta al
conocimiento popular debe nutrirse de él.
El
abordaje epistemológico de la Educación Popular debe validarse desde la praxis,
debe enriquecerse con ella como fruto de la sistematización de las experiencias
desarrolladas en una actividad sistémica de contacto con la realidad de lo
social.
LA
LECTURA DE LA REALIDAD
Desde el punto de vista práctico la Educación
Popular debe ser capaz de entregar a la comunidad herramientas sencillas que
permitan leer, y por tanto analizar y comprender su propia realidad. Estas
herramientas además deben estar basadas en el rigor científico de la teoría
política, aunque no se trata del estudio de las múltiples facetas que esta
incorpora, se trata de extraer de ella las herramientas básicas que permitan:
identificar cuáles son las esferas sociales siempre presentes en toda sociedad;
lo que permitiría analizar cuáles son las características de las relaciones
entre las distintas esferas de la sociedad, determinar cuál es la frontera o
marco jurídico institucional dentro del cual están contenidas las esferas
sociales, y, como percibe el pueblo el
efecto que en su vida diaria tienen las estructuras de estas esferas y sus
relaciones (conciencia social) ; para desde allí sistematizar las lecturas y
análisis de su propia realidad y en general la percepción de satisfacción o no
con el modelo que esas estructuras representan.
En resumen, la propuesta apunta a transformar todas las
experiencias de acercamiento a la
comunidad, que se realizan desde todos los Programas de Formación, en una actividad
sistémica y que por su carácter permanente de pié a la conformación de un
colectivo sistematizador, cuya gestión
enriquezca la teoría
CARACTERIZACIÓN
Cuando hablamos de Educación popular, debemos tener claro cuáles son los
elementos centrales que la caracterizan; a continuación desarrollamos
brevemente aquellos que nos parecen más evidentes:
◊ El carácter humanista de
la Educación,
retomando las inspiraciones siempre vigentes de Simón Bolívar, Simón Rodríguez,
José Martí y otros entre los que destaca el Maestro Luís B. Prieto Figueroa. Y
su carácter reflexivo, en tanto aborda el verdadero sentido de la Educación.
◊ El carácter transformador tanto desde la formación en
Valores de sus estudiantes y profesionales, como en su inserción en el ámbito
comunitario.
◊ El carácter democrático de
la Educación Popular desde su misma estructura institucional, pasando por el
proceso formativo hasta concretarse en su relación con la comunidad.
◊ El carácter internacionalista en el contexto Latinoamericano, desde la
visión integracionista de nuestros Libertadores, muy especialmente la visión
Bolivariana de la integración de América en una “nación de repúblicas” (S. Bolívar- 1822)
Entrada publicada por Yaritza Toro CEFO UNES Aragua - Carabobo.